CLAMANDO POR ESPAÑA

Del 24 al 27 de mayo, asistí al Foro para la evangelización de España. Y me reafirmo en lo que siempre digo: Nada sucede por casualidad. Dios me llevó hasta Peñíscola para decirme que tengo que aumentar mi pasión por las almas que aún no le conocen; que tengo que amar a los habitantes de los 322 pueblos de más de cinco mil habitantes donde no hay testimonio.

Sí, dijo Juan Blake de Decisión, le hemos fallado a España. Y yo me decía, le estoy fallando a mi familia, a mis amigos más queridos, etc., etc., porque aún no he sido contundente al darles las Buenas Noticias.

Sí, digo, pero también me han servido de ánimo los modelos y testimonios que pudimos apreciar en este evento: el trabajo con los más necesitados de El buen samaritano; el amor por los estudiantes de Salamanca de mi hermano Jesse Bentley, quien asiste a mi iglesia del Paseo de la Estación y que me emocionó en extremo. El de Jacob con su caja roja en medio de la Puerta del sol, apoyado por Ken Barret. El de Antonio González que se deja la piel en Guadix, y muchas lágrimas... El de Goyo de JCUM; el de los hermanos del Curso Alpha; El de Samuel patricio evangelizando a través del deporte. Misión posible... y tantos otros que nos alentaron con su aplomo y osadía por ganar a otros para Cristo. Osadía, eso es lo que necesitamos. Confiar en que nuestro Señor es el que tiene el control, es el Todopoderoso, el Omnipotente.

También pude compartir con otras mujeres que se dejan la piel en esto de evangelizar a niños y mujeres, como los son Esther Rodríguez de la Liga de Testamento de Bolsillo y Ana Jiménez, coordinadora de AGLOW. Además de Elizabeth de Valdepeñas, Julie de Puerta del sol, Ilaria de ALPHA, etc. etc... que en silencio laboran buscando a las almas necesitadas de Dios. No las olvidaré en mis oraciones. Ya me he comprometido. Así como oraré por Villaseco de los Gamitos y Carbajosa en la provincia de Salamanca. Lo dejé por escrito.

Los organizadores: José Pablo Sánchez, Jesús Londoño y José Luis Briones, afirmaron que no quieren crear ninguna organización sino trabajar para reactivar la evangelización en España. Crear un espíritu de cooperación entre las iglesias y entidades evangélicas que trabajan en este campo.

En el Foro se pudieron contestar preguntas como: ¿Estamos evangelizando en España?; ¿Cómo lo estamos haciendo?; ¿Hay que cambiar las estrategias?, ¿Por qué no hay pasión?, entre otras.

Se crearon mesas de trabajo y fue interesante concluir que nos falta pasión por las almas. Se están haciendo cosas, pero falta. Lo dicen a gritos las estadísticas. Se insistió en que la Iglesia se ha acomodado. Que los líderes no han sabido entusiasmar a sus congregaciones. Que hay que romper con las barreras sociales, culturales, de lenguaje... Nos miramos a nosotros mismos. Esperamos que la manifestación se haga en la iglesia. Hay que salir, dijo alguien.

Se preguntó cuál será el futuro de la iglesia si acepta el desafío de la inmigración. Y cuál, si rechaza este desafío.

Otras voces dijeron que "hemos vendido la comunidad, el amor, la hospitalidad... Todo por la institucionalidad".

Jaime Fernández Garrido nos habló acerca de no descuidar nuestra relación con Dios. De no honrarlo sólo con los labios, sino tener nuestro corazón cerca de Él. Para que los demás lo vean. Y también fue rotundo en afirmar que "si Dios no te llama, no vayas". Las personas van a ver si hay entusiasmo.

Benjamín Martín, de Evangelismo en Acción, dijo que "toca orar, interceder por España". Pero que también hay que trabajar, pues "trabajar sin orar es arrogancia, pero orar sin trabajar es hipocresía". "Cuando el hombre ora, Dios trabaja".

Me encantó ver que hay jóvenes luchando, porque es una lucha y no es fácil, por otros jóvenes como Goyo de JCUM, Samuel Patricio de Embajadores del deporte, los hermanos de Misión Posible y muchos más. No podemos negar que un 80% se convierte antes de los 18 años, y que 29% de la población está entre los 14 y 30 años. Más del 55% tiene menos de 40 años. ¿Lo podemos ignorar? ¿Cómo evitar que abandonen las iglesias? He ahí la gran pregunta. La respuesta es urgente.

Estoy con aquel que dijo que deberíamos arder por nuestro Señor para que otros vean.

Yo sólo digo que quiero ver la historia cambiar e este país, como dice una canción. Quiero ver la unidad del pueblo de Dios, que se acaben las disputas, la competencia, los intereses propios y no olvidemos que la gloria es para nuestro Señor. Que todos tengan un lugar en el mapa de la evangelización y una mano tendida que le ayude a levantarse. Que haya pasión por los que no conocen las Buenas Noticias de salvación. Y que estemos dispuestos a pagar un precio. Siempre escucho que me dicen: toma tu cruz y sigue a Cristo. Con emoción. Quiero que lo creamos de veras y lo hagamos.

Quiero que mi modelo de misión sea el Jesús de los evangelios. Mi modelo para este pergrinaje que me toca andar hasta tomar posesión de la herencia eterna.

Marcos Vidal cantó entre otras, la canción que dice que somos pequeñas llamas prendidas porque un día fueron traídas a tu luz eterna que nos dio vida, por unos pocos que no amaron sus vidas más que a ti... No importa el precio.

Una misma visión (YouTube)



¿No importa el precio? ¿Estamos dispuestos a pagarlo? Quiero verlo. Aunque tengamos que derramar lágrimas. Quiero arder por Él. Para que los demás lo vean, como dijo Wesley. A ver si utilizamos las barcas y las redes. A ver si entregamos nuestras posesiones y nuestros corazones.
























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