lunes, 6 de junio de 2011

Reflexionando en Quito (Ecuador)
Esta ciudad me ha impresionado con su extensísimo casco histórico, que no esconde todo su pasado colonial. Te encuentras excelentes librerías, donde puedes rastrear lo que te interesa tomándote un aromático cafelito. La artesanía llama la atención por su colorido y trabajo. Sobre todo la de Otavalo.

Hay zonas verdes, ¡qué maravilla! Y algo más de dos millones de habitantes. Y no puedo dejar pasar de largo sus dramas. Camino y quiero ver la arquitectura, pero me vence el paisaje humano. Situaciones donde la dignidad brilla por su ausencia. Faltan los panes y los peces de los que me hablan los evangelios. Falta la luz, la sal. Esos elementos deben ponerse en acción, sie s que estaban en el salero o cubiertos por un talmud.

Jacqueline

Quito


A los 3 años también te puedes ganar la vida vendiendo chicles

La palabra de Dios se puede oír por las calles. Para los que tienen oídos...


Lustrabotas en la plaza de la Independencia





Vendiendo papel higiénico

Los niños acompañan a sus mamás al trabajo

Venta de helados
Pastelería ambulante
Vendiendo aguacates
















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