ENTREVISTA

Daniel Banegas: Contra la esclavitud del Siglo XXI

En España cada día 1’5 millones de hombres pagan por tener sexo con una mujer prostituida.

 AUTOR Jacqueline Alencar 22 DE FEBRERO DE 2014

Daniel Banegas.

Hoy preguntamos a Dani Banegas sobre las diversas formas de esclavitud que se están produciendo en estos tiempos, lacra que no solo afecta a los países en vías de desarrollo, como podría pensarse, sino también a aquellos considerados como ejemplos de desarrollo, democracia y respeto a los Derechos Humanos.

No, no me refiero a aquella de la época de Wilberforce, sino de la que hoy, en pleno siglo XXI, sufren millones de personas en nuestro mundo.

Banegas espresidente de Esclavitud XXI, donde se dedica, sobre todo, a acciones de concienciación y campañas de presión. Además, es profesor de secundaria en un instituto donde cada año los alumnos realizan un programa, de una semana de duración, sobre la trata de personas, con resultados muy satisfactorios.
En España, algunas fuentes señalan que la prostitución mueve alrededor de 5 millones de euros al día, más el movimiento de capital que legalmente generan estos negocios, como los varios millones que ingresan al año algunos medios de comunicación a cambio de insertar publicidad. En 2007 una comisión parlamentaria calculó en 40 millones de euros anuales los ingresos de los periódicos españoles por este rubro.

Las comunidades más afectadas por la explotación sexual son Andalucía, la Comunidad Valenciana y Madrid. Este negocio es tan lucrativo que ni siquiera el Plan Integral contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, aprobado por el gobierno de entonces en diciembre de 2008, que incluía numerosas medidas, entre ellas la de considerar a las prostitutas como víctimas y que recomendaba a los diarios a romper lazos empresariales con la explotación sexual, parece ser que no han tenido los resultados previstos.

Pregunta.- ¿Por qué surge y qué es Esclavitud XXI?
Respuesta.-Esclavitud XXI surgió por impulso de la Alianza Evangélica Española tras conocer el movimiento internacional STOP THE TRAFFIK y quererlo aplicar en España.
Esclavitud XXIes una asociación centrada en luchar contra cualquier forma de esclavitud que se esté produciendo actualmente, incluyendo el tráfico y la trata de personas, la explotación sexual y los trabajos forzados. Denuncia todo tipo de situaciones esclavizantes y trabaja concienciando a la sociedad, apoyando a las víctimas y a los profesionales que trabajan en este ámbito, y promocionando la elaboración de leyes justas y eficaces que acaben con el fenómeno de la trata.

P.- ¿Cuál la relación con STOP THE TRAFFIK?
Respuesta.-STOP THE TRAFFIK es una coalición de organizaciones y Esclavitud XXI es una de las organizaciones que forma parte de la coalición. Esclavitud XXI actúa un poco como un interlocutor de STOP THE TRAFFIK en España, aunque STOP THE TRAFFIK actúa únicamente contra la trata, mientras que desde Esclavitud XXI pensamos que no se puede luchar contra la trata sin luchar contra la prostitución.

P.- ¿Es lo mismo tráfico que trata de personas? A veces utilizamos estos términos como si tuvieran el mismo significado…
R.-En idiomas como el inglés o el catalán se usa una sola palabra (Trafficking o tràfic) para englobar lo que en castellano se define con dos palabras. Tráfico sería únicamente el traslado ilegal de personas de un lugar a otro, mientras que trata implica un medio ilícito de captación de la víctima (como engaño, amenaza o coacción), un traslado y una explotación de esa persona en el lugar de destino.

P.- ¿Podría señalarnos cuáles son las modernas formas de esclavitud?
R.-Podemos encontrar situaciones de esclavitud en la explotación sexual, en los trabajos forzados, en la mendicidad forzada, en los niños-soldados o “camellos” y en otras situaciones semejantes.

P.- ¿Cómo luchar contra esta lacra si la trata de personas es la segunda forma de obtener ingresos por parte del crimen organizado, sólo superado por el tráfico de armas?
R.-Cuando hay tanto dinero hay mucha corrupción y muchos intereses creados. Además es un negocio internacional que implica muchos países con leyes, jurisdicciones, policías y otros aspectos distintos que son muy difíciles de coordinar.
Creo que es imprescindible hacer un cambio de mentalidad y hacer ver que una sociedad avanzada no se puede permitir tener entre sus prácticas aspectos como la trata de personas o la prostitución. Por ejemplo, las sociedades del pasado decidieron eliminar prácticas como la lucha de gladiadores que, en su momento, parecían normales y que hoy consideramos aberrantes.

P.- Produce escalofríos tener delante cifras que demuestran que las mujeres y los niños constituyen un amplio porcentaje en la cifra de personas traficadas en el mundo…
Sí, un 80% son mujeres y sobre un 50% menores. Se repite la historia del fuerte aprovechándose del más débil e indefenso.

P.- ¿Cómo consiguen los traficantes engañar a sus víctimas? ¿Es éste un problema que afecta solo a los países pobres? ¿Cuáles son los más afectados?
Engañan con falsas ofertas de trabajo (por ejemplo con anuncios en la prensa ofreciendo trabajos de camareras o modelos, que son un engaño para captar chicas y forzarlas a prostituirse), con relaciones sentimentales falsas (hay chicos adiestrados para enamorar a chicas y lo que están haciendo en realidad es traficar con ellas) o con falsas condiciones de “trabajo” (es decir, hay chicas que saben que van a ejercer la prostitución, pero no saben las condiciones de amenazas o control .en que la ejercerán). A las chicas africanas, además, se les practican rituales de vudú quitándoles pelo, uñas y/o sangre para hacer un ritual en el que se les dice que si se escapan o denuncian les caerá una maldición encima, y ese hecho es suficiente para aterrorizarlas y tenerlas bajo control.
Normalmente afecta a todos los países, ya sea como países de origen (los países más pobres) o como países de destino (los países más ricos), pasando por países de tránsito. En cuanto a las víctimas que son explotadas sexualmente en España las podríamos agrupar en América Latina (principalmente Brasil, Colombiay Ecuador), África (principalmente Nigeria, Guinea y Sierra Leona) y los países del Este (sobre todo Bulgaria, Ucrania, Rusiay Rumanía), sin despreciar la gran cantidad de chicas orientales que son prostituidas en nuestro país.

P.- ¿Podría darnos un diagnóstico de la situación en España? ¿Por qué es tan difícil elaborar estadísticas sobre tráfico y trata de personas?
R.-En España hay unas 400.000 mujeres prostituidas (uno de los porcentajes más altos del mundo de “mujer prostituida por habitante), de las cuales un 90% son extranjeras. Según el informe Trafficking in persons 2012 y 2013, elaborado por el Departamento de Estado de los EEUU, el 90% de estas mujeres son víctimas de trata. Este último 90% es una cifra que se usa con frecuencia en varios medios, pero es cuestionado por algunas asociaciones “pro prostitución” o en defensa del “trabajo sexual”.
Es cierto que no existen estadísticas precisas, se trata de un negocio clandestino y no hay nadie que se dedique a pasar lista, hablamos simplemente de aproximaciones. Ahora bien, haríamos mal en pelearnos por cifras y olvidar que detrás de cada estadística hay una persona con nombres y apellidos. Aunque no habláramos del 90% sino del 50% estaríamos ante 200.000 mujeres esclavizadas sexualmente en nuestro país.
Otra estadística escalofriante es que en España cada día 1’5 millones de hombres pagan por tener sexo con una mujer prostituida[1], y si esta chica es forzada a prostituirse quiere decir que cada día cientos de miles de españoles pagan por violar a una chica mientras el resto de la sociedad miramos hacia otro lado.
En cuanto a explotación laboral no hay tantos estudios realizados en España y no es tan importante, pero sí se ha observado que no se suele usar la violencia que se usa con las víctimas de explotación sexual. Se da sobre todo en los talleres clandestinos de ropa, pero el principal problema es que los trabajadores suelen ser de países con unas condiciones de trabajo pésimas, así que no perciben su situación como algo denunciable.

P.- ¿Cómo estamos en materia de legislación sobre cómo tratar a los traficantes y ayudar a las víctimas? ¿Se torna difícil luchar contra esta lacra si se estima que solo en el rubro de la explotación sexual se ingresan alrededor de cinco millones de euros al día?
R.-A nuestro entender como Esclavitud XXI el mejor modelo legislativo es el sueco, que penaliza la compra de servicios sexuales, no la venta, y de esta manera se ataca a la raíz del problema, que es la demanda. Existe gente que vende mujeres porque existen hombres que las compran. Por supuesto se persiguen también a los traficantes y chulos. A la mujer prostituida se la considera una víctima, y no solo no se la penaliza, sino que se dedican recursos a reinsertarla. Suecia ha conseguido ser el país de la Unión Europea con menos trata para explotación sexual, al contrario de los países donde han optado por legalizar la prostitución como los Países Bajos o Alemania, donde ha aumentado la demanda y, de rebote, la trata de mujeres.
En España estamos lejos de ese modelo, donde la prostitución está en un campo de alegalidad. De hecho, al ser nuestra legislación menos restrictiva que la francesa, muchos franceses cruzan la frontera para acudir a los prostíbulos españoles.
Mientras se intenten separar el fenómeno de la trata del de la prostitución, creo que lo único que haremos será poner parches. La trata para explotación sexual existe porque existe la prostitución y si queremos detener la una, hemos de atacar la otra.

P.- Gran parte de la sociedad mira de forma despectiva a las mujeres que ejercen la prostitución. ¿Piensa que todas lo hacen por voluntad propia?
R.-Es posible que yo mismo tuviera esa misma opinión hace unos años antes de darme cuenta de la realidad que hay detrás de la mayoría de esas chicas. Gran parte de la responsabilidad de que esta esclavitud acabe depende de nosotros como hombres, de que veamos a esas chicas como personas dignas y valiosas, no solo como objetos espectaculares que están ahí para darnos placer y a las que con demasiada frecuencia catalogamos como “guarras” o de sangre caliente o simplemente pensamos que están ahí porque quieren.
Un dato escalofriante dice que el 86% de las mujeres[2]que acaba ejerciendo la prostitución ha sido abusada cuando era pequeña. Esas chicas han perdido su autoestima y creen que no sirven para otra cosa; de esta manera se las ha hecho vulnerables a ser prostituidas (curiosamente esta estadística afecta también a la prostitución de lujo) y traficadas. No, no están ahí porque quieren sino porque sus circunstancias (ya sea trata, pobreza, abuso o adicción) las han conducido a esa situación. Se habla de que solo un 5% de las mujeres prostituidas lo haría simplemente porque les gusta el sexo y quieren ganar dinero con ello.

P.- ¿Hay en España niños en situación de explotación laboral?
R.-Supongo que debe de haber casos, pero el tema de la explotación infantil sí que está más controlado en España.

P.- ¿Se están dando casos de trata para extracción de órganos?
R.-Sí, aunque es un porcentaje pequeño respecto al conjunto de personas que son tratadas y no creo que sea un fenómeno que se esté produciendo en España, aunque no tengo más datos al respecto.

P.- ¿Qué criterios definen el Comercio Justo? ¿Son conscientes los consumidores de que muchos productos que compran son elaborados por niños sometidos a trabajos forzados?
R.-En general se podrían resumir en:

1. Los productores viven y trabajan fundamentalmente en países en vías de desarrollo.
2. Los productores forman parte de cooperativas o pequeñas comunidades voluntarias que funcionan alrededor de una estructura democrática y participativa.
3. Parte de los beneficios obtenidos por las cooperativas se destinan a la mejora de los servicios sociales locales (sanidad, educación, transporte...).
4. En los centros de trabajo se respetan los requisitos mínimos de sanidad y seguridad.
5. Está prohibido el trabajo infantil y el trabajo forzado.
6. Los salarios que reciben los trabajadores son suficientes para llevar una vida digna.
7. Hay una igualdad entre hombres y mujeres.
8. Durante el proceso de producción se respeta el medio ambiente y se valora la producción ecológica.
9. Los importadores pagan por anticipado y garantizan una relación comercial duradera.
10. Se busca la manera de evitar intermediarios entre productores y consumidores.

Creo somos un país al que preocupa poco este tema. Nos importa que sea barato y no somos capaces de mirar más allá. Por ejemplo, en el Reino Unido en cualquier pequeño supermercado hay una gran oferta de chocolate de comercio justo, mientras que aquí muchas veces solo se encuentra en tiendas especializadas. En España nos quejamos poco, en otros países con mucha más cultura solidaria se quejan más y son capaces de conseguir que las grandes empresas tomen medidas en cuanto al trato que dan a sus trabajadores.
Por cierto, hablando de chocolate, a no ser que un producto de chocolate no lleve un sello de comercio justo tipo Fair trade, Raibforest Alliance oUTZ, no se puede asegurar que no haya habido mano de obra esclava en alguna parte del proceso, ya que hay miles de niños que son traficados a las plantaciones de cacao de Costa de Marfil, donde trabajan en condiciones de esclavitud para recoger el cacao que se transformará en el chocolate que nosotros comemos.

P.- ¿Qué actitud podemos tener los cristianos frente a esta lacra del tráfico y trata de seres humanos? ¿Qué nos dice la Biblia al respecto? ¿Cómo podemos ser agentes de cambio en medio de la sociedad en la que estamos insertos?
R.-Como cristianos nos consideramos seguidores de Aquel que vino “a proclamar libertad a los cautivos y a poner en libertad a los oprimidos” (Lc 4:18) y creo que no es solo nuestra opción, sino nuestra obligación como imitadores suyos el involucrarnos en esta lucha.
Curiosamente, el principio que posiblemente haya liberado más esclavos a lo largo de la historia es el principio bíblico de que todos los hombres son iguales en dignidad porque todos llevan la imagen de Dios. William Wilberforce lo usó cuando consiguó abolir el tráfico de esclavos en el Reino Unido, Abraham Lincoln cuando abolió la esclavitud en Estados Unidos y Martin Luther King y Desmond Tutu en su lucha contra las desigualdades que sufrían los negros. Cuanta más clara tengamos la dignidad de todos los seres humanos, menos los trataremos como objetos de consumo y menos vulnerables les haremos a ser traficados y esclavizados. Cuanto más imitemos a Jesús en su trato con todas las personas, por más aberrantes que nos puedan parecer sus estilos de vida, más capaces seremos de restaurarlas de sus opresiones.
Quizás lo único que podamos hacer sea concienciar, “levantar la voz por los que no tienen voz; y defender a los indefensos” (Proverbios 31:8). Hagámoslo, seamos un altavoz en nuestro lugar de influencia y ayudemos a abrir los ojos de la gente a nuestro alrededor para que vean que es inadmisible que situaciones como estas se sigan viviendo hoy en día.

P.- ¿Debemos hablar de estos temas en nuestras escuelas dominicales, reuniones de mujeres y jóvenes, de hombres, en el púlpito, etc.?
R.-¡Por supuesto! Una vez un buen amigo me dijo que un evangélico es aquel que responde a las preguntas que nadie se hace y creo que en gran parte tiene razón. Nuestra fe no debe ser una teoría, no debe limitarse a conocer las historias bíblicas (que está muy bien conocerlas, claro está), sino en aprender cómo puedo aplicar los principios bíblicos a mi realidad cotidiana.
Al menos en dos momentos en la historia el descubrir la Palabra de Dios ha implicado un deseo de transformación de la sociedad en todos sus aspectos, no solo en el ámbito “espiritual”. Tanto en el siglo I como en el XVI, tras la Reforma Protestante, la fe de aquellos cristianos cambió todos los aspectos de la sociedad, la cultura, los valores, la ciencia, la alfabetización, los derechos humanos, etc.
Así que mi sí rotundo a hablar de estos temas en las iglesias desde todos los ámbitos posibles, pero enfatizando el púlpito, pues a veces parece que estos y otros temas no son lo suficientemente “espirituales” como para predicar sobre ellos y entonces se organiza un evento con un horario especial para “aquellos que quieran asistir”. Creo que todo lo que tiene que ver con el ser humano y el propósito de Dios para él debería entenderse como un todo, sin hacer separación entre lo secular y lo sagrado. O Dios es Señor de todo o no lo es de nada, no podemos pretender que controle solo aquellos aspectos que tienen que ver con la vida devocional.

¿Qué se ofrece desde Esclavitud XXI para aquellos, como iglesias, colegios, organizaciones, entre otros, que quieran implicarse en materia de prevención, información y sensibilización sobre esta problemática?
R.-Tenemos varios recursos preparados, entre ellos lecciones para jóvenes. Tenemos también un CD + CDRom con canciones, recursos, vídeos, pósteres para imprimir y concienciar, etc.
Destacamos también un programa escolar de una semana para trabajar muchos de los aspectos de la trata desde las diferentes asignaturas con los alumnos de instituto. Este es un programa clave, pues los adolescentes son los clientes potenciales del futuro y si conseguimos que cambien su mentalidad, habremos dado un gran paso para vencer esta lacra. Este programa se ha aplicado con éxito en centros de secundaria.
Por último, recomendamos el documental Nefarious merchant of souls que aborda el tema de la trata sexual, el turismo sexual y la prostitución e incluye los testimonios de cómo la fe en Jesús ayudó a muchas de esas chicas a salir de esa situación y a otros a poderlas rescatar.

P.- ¿Cómo podemos colaborar con Esclavitud XXI?
R.-Organizando un acto de concienciación en nuestros lugares de influencia, siendo un altavoz allí donde estemos, uniéndonos a las campañas de presión de Esclavitud XXI, consumiendo productos que no hayan sido elaborado por esclavos, haciéndonos socios de Esclavitud XXI, atendiendo y acogiendo a las víctimas… Para más información nos podéis escribir a info@esclavitudxxi.orgo entrar en www.esclavitudxxi.com.

P.- ¿Qué mensaje esperanzador podría darnos a los que hoy leemos sus opiniones como portavoz de Esclavitud XXI?
R.-Sabemos que al imitar a Jesús estamos haciendo la voluntad de Dios. A lo largo de la historia, grandes hombres de Dios llegaron a desesperar por la magnitud de las circunstancias y por los pocos resultados que veían, pero no desistieron y su persistencia logró cambiar el rumbo de la historia. Sigamos los pasos de aquellos que nos han precedido. No podemos cambiar el mundo, pero si podemos cambiar el mundo de una persona, ese esfuerzo ha valido la pena.


Finaliza la entrevista. Gracias, Daniel, por informarnos sobre un problema que atañe a muchos seres humanos y ante el cual nosotros no debemos mirar hacia otro lado.

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[1]Comisión para la Investigación de Malos Tratos. El cliente de prostitución. De invisible a responsable.2007.

[2]Congreso de los Diputados. Boletín Oficial Cortes Generales, serie A, nº 379 de 24-05-2007.

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