Por fin llegó la tan ansiada comida de iglesia como lo venimos haciendo de forma trimestal. Pudimos experimentar la koinonía, el placer de compartir platos y afectos; alegrías, tristezas, encuentros... Bienvenidas a hermanos que llegan, como seis chicas de Gabón, maestras, que aterrizaron en nuestra ciudad para perfeccionar la lengua de Cervantes. Con ellas llegó el recuerdo de nuestro querido hermano Judicael. Pudimos abrazar a Pablo Wickham, misionero inglés, pero que ama este país en el que se ha dejado la piel en la siembra del Evangelio; nos trajo los saludos de la iglesia de La Malvarosa en Valencia. También de Armilla (Granada) llegaron Martin y Érika Tester, los padres de Dani Tester, quien junto con su esposa Tatiana pasan largos días con nosotros. Martin nos dio un informe de las actividades de la iglesia en Armilla; de las que destaco la labor evangelística y de atención a los necesitados. Y ya están aquí nuestras hermanas Pirkko, quien se encontraba visitando su Finlandia natal, y Gloria Silva, quien todavía no se puede creer que ya está en la meseta a la que añoraba desesperadamente. Bello día este de marzo, donde ya despunta la primavera...
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