El día 4 de mayo tuvimos la penúltima reunión de este curso. Fue una grata reunión con tema edificante. Gloria Silva nos habló de la impaciencia y de la irritabilidad, su consecuencia. Seguimos hablando de esos pecados respetables que los dejamos pasar y pueden ser nocivos para alcanzar la madurez, en todos los aspectos. La impaciencia es falta de paciencia y está íntimamente unida a la irritabilidad, comentó.
Presentó la reunión Toñi Tebas.
Comentó Gloria que responder con violencia a las provocaciones es una muestra de no tener paciencia, de soportar al otro, de enseñarle a crecer.
Estas situaciones nos hacen daño física y espiritualmente, dijo. La impaciencia forma parte de nuestra naturaleza carnal, que hace con que intentemos que todo se ajuste a nuestarsa expectativas.
Para ampliar el tema nos instó a leer Efesios 4.1-2; Gálatas 5.22-23; 1ª Corintios 13.5; Mateo 18.5; 1ª Pedro 2.23 y Lucas 18.11-13.
En el coloquio se opinó sobre otro "pecadillo" que pude ser el de la indolencia y relajación para cuando se trabaja en equipo, pues podemos perjudicar los fines de lo que realizamos. Y también sobre la falta de impaciencia con los niños, por ejemplo. Nos volvemos locas ante una pequeña mancha en el mantel. Esto no quiere decir que no deben existir las normas de comportamiento.
Compartimos merienda y agradable conversación. Y recibimos unos broches como regalo; al día siguiente se celebraba el día de las madres en España.
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